Adicción
Claudia Gray
Fuente Purple Rose
Traducción hecha por: Aly, Lizbeth e Isabella Cullen
Transcripción hecha por: Tulfa
Subida de archivos por: Estrella Negra
Diseño y conversión a texto por: Krato
En: El Foro De Purple Rose
Capítulo 1
En la medianoche, llegó la tormenta.
Los nubarrones se deslizaron a través del cielo, tapando las estrellas. El acelerado viento me enfrió mientras un par de pelos de mi rojiza melena flotaban a través de mi frente y mis mejillas. Me puse la capucha de mi chubasquero negro y metí mi mochila mensajera debajo de el.
A pesar de la tormenta que se avecinaba, los terrenos de Medianoche seguían sin estar completamente oscuros. Solo lo conseguiría la total oscuridad. Los profesores de la Academia Medianoche podían ver en la noche y escuchar a través del viento. Todos los vampiros podían.
Claro, en Medianoche, los profesores no eran los únicos vampiros. Cuando empezase el curso dentro de un par de días, los estudiantes llegarían, la mayor parte de ellos igual de poderosos, ancianos e inmortales que los profesores.
Yo no era ni poderos ni anciana, y seguía estando bastante a salvo. Pero era una vampira, en cierto modo- hija de dos vampiros, destinada a llegar a ser uno de ellos finalmente, y con mi propio apetito de sangre. Antes me deslicé delante de los profesores, confiando en mis propios poderes para ayudarme, al igual que la chiripa. Pero esta noche estaba pendiente de esta oscuridad. Quería que cubriese lo máximo posible.
Supongo que estaba nerviosa por mi primer robo.
La palabra “robo” hace que suene bastante ordinario, como si solo fuese a irrumpir en el establo de la señora Bethany y saquear el lugar buscando dinero o joyas o algo. Tenía razones más importantes.Las gotas de lluvia empezaron a golpetear mientras el cielo se oscurecía a lo lejos. Corrí a través de los terrenos echando un par de miradas hacia las torres de piedra mientras me iba. Mientras me deslicé a través del resbaladizo y mojado césped hasta el cobrizo tejado del establo de la señora Bethany. Sentí el enfermizo punto de vacilación.
”¿En serio?” ”¿Vas a irrumpir en su casa?” “¿Irrumpir en la casa de alguien?” Si incluso no te bajas música que no hayas pagado.” Era bastante surrealista, alcanzando el interior de mi mochila y sacando mi tarjeta de la biblioteca plastificada para otro uso que el de sacar libros. Pero estaba decidida. Lo haría. La señora Bethany dejaba la escuela tal vez tres noches al año, lo que significa que esta noche es mi oportunidad. Deslice la tarjeta entre la puerta y el marco y empecé a hacer palanca a la cerradura.
Cinco minutos más tarde, seguía meneando la tarjeta de la biblioteca en vanoalrededor de ella, mis manos ahora frías, húmedas y patosas. En la tele, esta parte parecía muy sencilla. Probablemente, criminales reales lo conseguirían en unos escasos diez segundos. De cualquier forma, cada segundo que pasaba era más evidente que yo era lo contrario a un criminal. Rindiéndome al plan A, empecé a buscar otra opción. Primero las ventanas no parecían mucho más prometedoras que la puerta. Seguramente, podría haber roto el cristal y abrir cualquiera de ellas al instante, pero eso hubiese echado a perder la parte “que-no-te-pillen” de mi plan.Al doblar la esquina, vi bajo mi sorpresa que la señora Bethany se había dejado una ventana abierta- solo una rendija. Era todo lo que necesitaba.
Mientras deslizaba la ventana arriba lentamente, vi una hilera de violetas Africanas en pequeños tiestos de arcilla, situados sobre el alféizar. La señora Bethany los dejó en el lugar para que pudieran tener aire fresco y quizá un poco de lluvia. Era raro pensar que la señora Bethany se ocupaba de algo vivo. Cuidadosamente aparté los tiestos a un lado de manera que tuviera espacio para subirme a través de la ventana.¿Entrando a través de una ventana abierta?
”También” mucho más difícil que en la tele.
Las ventanas de la señora Bethany estaban bastante arriba del suelo, lo que significaba que para empezar tenía que, en cierto modo, saltar. Jadeando, empecé a introducirme, era difícil no caer plano al suelo de dentro. Intenté bajar primero con un pie. Pero me caí de la ventana precipitadamente, y no podía volver a medio camino. Uno de mis zapatos embarrados pegó un fuerte golpe a la ventana, jadeé, pero el cristal no se rompió. Me controlé para bajarme completamente y me dejé caer sobre el suelo.
“Ok,” murmuré mientras estaba sobre la alfombra trenzada de la señora Bethany, mis pies seguían estando arriba sobre mi cabeza, apoyados contra la repisa de la ventana y empapados de la lluvia. “Demasiado para la parte fácil.
”La casa de la señora Bethany parecía igual que ella, sentía igual que ella, incluso olía igual que ella- a una fuerte y cortante lavanda. Me di cuenta de que estaba en su dormitorio, de alguna manera me hacía sentir aún más intrusa. Aunque sabía que la señora Bethany había viajado a Boston para verse con “posibles alumnos”. No pude evitar sentir que ella me podría pillar en cualquier segundo. Estaba horrificada de que me pillaran. Ya estaba acurrucada, recluyéndome dentro de mi misma.
Y luego pensé en Lucas, el chico que había amado- y había perdido.Lucas no querría que yo estuviese atemorizada. El hubiese querido que fuese fuerte. Su recuerdo me dio valor, y me animó hasta que consiguiese mi trabajo.
Lo primero es lo primero: me quité mis zapatos enfangados, para no dejar huellas por la casa. Además colgué mi chubasquero en el pomo de una puerta cercana para que no goteara agua por todos los lados. Luego me fui al baño y cogí algunos pañuelos de papel para limpiar el desastre que había hecho y para limpiar mis zapatos. Metí los pañuelos en el bolsillo de mi chubasquero, así podría tirarlos en otro lugar. Si alguien era suficientemente paranoico para rebuscar en su propia basura para encontrar evidencias de que había habido un intruso, esa era la señora Bethany.Era sorprendente que ella hubiese decidido vivir aquí, pensé. La academia Medianoche era magnífica, incluso grandiosa, todas las torres de piedra con sus gárgolas- muy de su estilo. Este lugar era apenas una casita. Por otra parte, aquí había privacidad. Podría creer que ella apreciaba ese detalle por encima de cualquier otro.
Su escritorio de la esquina parecía el lugar para empezar. Me senté en el duro respaldo de la silla de madera, apartando a un lado un marco de plata con la silueta de un hombre del 1900, y empecé a hojear unos papeles que encontré por ahí.
Querido señor Reed,Hemos revisado con gran interés la solicitud de su hijo Mitch. A pesar de que es obviamente un estudiante excepcional y un agradable joven, lamentamos informarle-Un estudiante humano que quería venir aquí- Uno que la señora Bethany había rechazado. ¿Por qué permitía que algunos humanos asistiesen en la Academia Medianoche y otros no? ¿Por qué permitía a “algún” humano entrar en una de las pocas fortalezas de vampiros que quedaban?
Queridos señor y señora Nichols,Hemos revisado con gran interés la solicitud de su hija Clementine. Ella es obviamente una estudiante excepcional y una agradable joven, así que estamos complacidos de..
¿Cuál era la diferencia entre Micth y Clementine? Por suerte, el sistema de archivo que utilizaba la señorita Bethany me llevó a sus solicitudes, pero estudiarlas no me dio ninguna respuesta. Ambos tenían una calificación media tan alta que ponía los pelos de punta y toneladas de actividades extracurriculares. Al revisar sus listas de logros me hizo sentirme como la persona más vaga del mundo. En sus fotos se les veía bastante normales- no eran guapísimos, no eran feos, ni estaban gordos, ni delgadísimos, simplemente normales. Los dos eran de Virginia- Match vivía en un apartamento edificado en Arlington, y Clementine en una vieja casa en el campo- pero sabía que los dos tenían que ser horrorosamente ricos para pensar en venir a esta escuela.Por lo que yo podría decir, la única diferencia entre Mitch y Clementine era que Mitch era el afortunado. Sus padres lo enviarían a un corriente internado de lujo en la Costa Este.
Donde él se mezclaría con otros chicos mega-ricos y jugarían al lacrosse o navegar o cualquier cosa que hacían en esos lugares. Mientras que Clementine cada segundo rodeada de vampiros. Incluso aunque ella nunca lo supiera, ella tendría la horrible sensación de que algo de aquí iba espantosamente mal. Ella nunca se sentirá segura. Incluso yo nunca me he sentido bien en la Academia Medianoche, y me convertiría en vampiro- algún día.Las ventanas se iluminaron, y un par de segundos más tarde lo siguió un trueno. La tormenta pronto se haría más fuerte; era la hora de volver. Decepcionada retire las cartas y las coloqué donde estaban. Estaba tan segura de que esta noche conseguiría respuestas, pero en lugar de ello no he aprendido ni una cosa.Mentira, me dije a mi misma mientras miraba mi chubasquero y los tiestos. Has aprendido que a la señora Bethany le gustan las violetas Africanas. Esto va a ser REALMENTE útil.Enderecé las violetas del alféizar poniéndolas como estaban y me marche por la puerta de enfrente, la cual afortunadamente se cerraba automáticamente. Incluso esto la señora Bethany no lo dejaba a la suerte.El viento azotaba la lluvia hacia mis mejillas mientras corría hacia la Academia Medianoche. Unas pocas ventanas de los apartamentos de la facultad todavía resplandecían, pero no era lo suficientemente tarde para que a estuviera preocupada de que alguien me viera. Apoye mi hombro contra la pesada puerta de roble, y se abrió obedientemente sin hacer mucho más que un chirrido. Cerrándola detrás de mí, me figuré que estaba fuera de peligro.Hasta que me di cuenta de que no estaba sola.Me pitaron los oídos, miré en el interior de la oscuridad del Gran Vestíbulo. Era un inmenso espacio abierto, sin rincones ni columnas donde esconderse, así que debería ser capaz de ver que era. Pero no podía ver a nadie. Me estremecí; de repente me pareció que hacía más frío, tanto que me pareció que estaba en una húmeda cueva prohibida en lugar de estar entre las paredes de Medianoche.Las clases no empezarían hasta dentro de dos días más, así que los únicos que estábamos en la escuela éramos los profesores y yo. Pero cualquiera de los profesores me hubiese empezado a sermonear inmediatamente por haber estado fuera tan tarde en medio de una tormenta eléctrica. Ellos no me espiarían en la oscuridad.
¿Lo harían?
Vacilando di un paso al frente.
”¿Quién anda ahí?” Susurré.
Nadie respondió.
Tal vez estaba imaginándome cosas. Ahora que lo pensaba, de momento no había oído nada. Simplemente lo había “sentido”, esa rara sensación que tienes cuando alguien te está observando.
Había estando preocupándome sobre gente que me miraba toda la noche, así que tal vez la preocupación me había alcanzado.
Después vi algo moverse. Me percaté que una chica estaba de pie a fuera del gran salón mirando a dentro. Ella estaba de pie, cubierta por un largo chal, en la otra parte de una de las ventanas, la única ventana clara en el vestíbulo en vez de una vidriera. Probablemente era de mi misma edad. Aunque estaba fuera, parecía completamente seca.“¿Quién eres?” Di un par de pasos más hacía ella. “¿Eres una alumna?” ”¿Qué estás-?”Se había ido. No había corrido, no se había escondido- ni incluso se había movido. Un segundo estaba allí el próximo ya no estaba.
Parpadeando, miré detenidamente la ventana un par de segundos, como si ella reapareciera en el mismo lugar en cualquier momento por arte de magia. No lo hizo. Anduve hacia delante para intentar ver mejor, vi un ápice de movimiento, y salté, asustada- pero me di cuenta que era mi propio reflejo en el cristal.
“Bien, esto ha sido estúpido. Has entrado en pánico al ver el reflejo de tu propia cara”.
“Esa no era mi cara”Pero debía haberlo sido. Si algún estudiante nuevo hubiera llegado hoy, lo habría sabido. Medianoche estaba tan aislada, encima de unas colinas, que era imposible imaginar que un forastero vagara por ahí. Otra vez mi hiperactiva imaginación había obtenido lo mejor de mí; “Tenía” que ser mi reflejo. Incluso no se estaba tan frío aquí, una vez que pensé sobre ello.
Una vez que dejé de temblar, me arrastré hacia arriba al pequeño apartamento de mis padres el cual había compartido todo el verano, en lo alto de la torre sur de Medianoche. Afortunadamente ellos estaban profundamente dormidos; podía oír los ronquidos de mamá mientras andaba de puntillas por el pasillo. Si papá podía dormir con ese ruido, también podría dormir durante un huracán.
Aún estaba asustada por lo que había visto abajo, y el estar mojada no mejoraba mucho mi humor. Pero nada de esto me molestó tanto como el hecho de que había fallado. Mi tentativa de robo no había servido para nada.
No era como si pudiese hacer algo por los estudiantes humanos en Medianoche. La señora Bethany no dejaría de admitirlos solo porque yo lo dijera. Además, tenía que admitir que ella había hecho de policía para asegurase de que ningún vampiro chupase ni un sorbo de sangre.
Pero sabiendo que Lucas me puso al tanto de lo poco que había entendido sobre la existencia de vampiros, incluso pensando que yo había nacido dentro de este mundo. El me hizo ver todas las cosas de un modo diferente, me hizo hacer más preguntas y necesitar más respuestas. Incluso si nunca vuelvo a ver a Lucas, sabía que me había hecho un regalo haciéndome darme cuenta de la larga, y oscura realidad. Ya no daría nada de mi alrededor por sentado.Después de que me deshice de mi ropa mojada y de que me acurrucase bajo las mantas, cerré mis ojos y recordé mi cuadro favorito, “El beso” de Klimt. Intenté imaginar que los amantes de la pintura éramos Lucas y yo, que su cara estaba cerca de la mía y que podía sentir su aliento sobre mi mejilla. Lucas y yo no nos habíamos visto en casi seis meses.
Eso fue cuando se vio obligado a escapar de Medianoche porque su verdadera identidad- cazador de vampiros de la Cruz Negra- fue revelada.
Continuaba sin saber como sobrellevar que Lucas perteneciese a un grupo que se dedica a destruir a mi especie. Ni estaba segura de cómo se sentía Lucas por el hecho de que yo fuese un vampiro, algo de lo que no se dio cuenta hasta después de que nos enamorásemos. Ninguno de los dos escogió ser lo que éramos. Mirando hacía atrás, parecía inevitable que estuviésemos separados. Y ahora aún sigo creyendo, profundamente, que estamos destinados a estar juntos.
Abrazando mi almohada a en mi pecho, me dije a mi misma, “Al menos no tendrás dentro de poco no tendrás mucho tiempo para echarle de menos. Pronto la escuela va a volver a empezar y tu estarás ocupada”.
“Aguarda. ¿Te has rebajado a DESEAR que empiece la escuela?”
“De algún modo, he descubierto todo un nuevo nivel de patetiquismo”.
Capítulo 2
El primer dia de clase, poco despues de despuntar el alba, comenzó la procesion.
Los primeros alumnos llegaron a pie. Salieron del bosque, vestidos con sencillez, la mayoria llevando unicamente una bolsa en bandolera. Creo que algunos de ellos se habian pasado toda la noche caminando. Miraban avidamente el internado a medida que se acercaban, como si esperaran obtener de inmediato las respuestas que buscaban. Incluso antes de ver el primer rostro familiar-Ranulf, que tenia mas de mil años y no comprendia la epoca moderna en lo mas minimo-, supe quienes eran los alumnos de aquel grupo. Eran los vampiros desorientados, los mas viejos de todos. No daban problemas a nadie: se quedaban en un segundo plano estudiando, escuchando, intentando compensar los siglos perdidos.
Lucas se habia mezclado con ellos el año anterior. Recorde como habia emergido de la niebla con su largo abrigo negro. Aunque sabia que era imposible, no dejaba de escrutar los rostros de todos los alumnos que iban llegando, deseando poder ver otra vez su cara.
A la hora del desayuno empezaron a llegar los coches. Yo estaba en el pasillo de la zona de aulas, dos plantas por encima, de manera que podia ver los adornos de los capos: Jaguar, Lexus, Benrley. Habia pequeños deportivos italianos y vehiculos todoterreno lo bastante grandes como para que los deportivos aparcaran en su interior. Sipe que aquellos eran los alumnos humanos porque ninguno venia solo. Casi todos venian acompañados de sus padres y de unos cuantos hermanos menores. Hasta conoci a Clementine Nichols, que llevaba los cabellos castaños recojidos en una coleta y tenia pecas en la nariz. Para mi sorpresa, la señora Bethany recibia a la mayoria en el patio, alargando la mano con la elegancia de una reina que recibe a sus cortesanos. Parecia querer hablar con los padres y les sonreia afectuosamente como si se estuvieran haciendo amigos para siempre. Yo sabia que estaba fingiendo, pero tenia que admitir que era buena. En lo que respectaba a los alumnos humanos, cuanto mas rato se pasaban en el patio mirando las imponentes torres de piedra de la Academia Medianoche, mas se le borraba la sonrisa.
-Estas aqui.
Al volverme vi a mi padre, que habia logrado levantarse temprano para la ocasion. Llevaba traje y corbata, como correspondia a un profesor, si bien sus rebeldes cabellos pelirrojos reflejaban mas su autentuca personalidad.
-si-dije sonriendole-solo queria ver que pasaba, supongo.
-¿Buscando a tus amigos?-Los ojos le brillaron cuando se situo junto a mi y miro por la ventana-.¿O viendo que tal estan los chicos nuevos?
-¡Papa!
-Vale, vale. Lo retiro.-Alzo las manos-.Pareces un poco mas contenta que el año pasado.
-Lo contrario seria casi imposible, ¿no?
-Supongo que tienes razon-dijo mi padre, y nos reimos los dos. El año anterior, yo habia sido tan antiMedianoche que habia intentado fugarme el dia que llegaban los alumnos. Parecia que hubiera pasado una eternidad hasta entonces-. Oye, si quieres desayunar, creo que tu madre tiene la plancha caliente para hacer gofres.
-Subo enseguida, ¿vale?
-Vale.-Me toco el hombro antes de darse la vuelta para marcharse.
Yo eche un ultimo vistazo al patio. Aun quedaban unas cuantas familias despidiendose o arrastrando maletas, pero ya habia empezado la tercera y ultima tanda de alumnos.
Todos venian solos en coches de alquiler. Habia un par de taxis, pero casi todos los vehiculos eran sedanes o limusinas alquilados. Cuando los alumnos se bajaban de ellos, con el lustroso pelo peinado hacia atras, ya llevaban sus uniformes hechos a medida. Ninguno traia equipaje. Aquellos eran los alumnos que habian enviado sus muchas pertenencias por anticipacion en las cajas y baules que habian ido llegando a Medianoche en las dos ultimas semanas. Para mi disgusto, vi a Courtney, una de las personas que peor me caia, saludando desenvueltamente a otras chicas. Era una de las muchas que llevaba gafas de sol. Eso significaba que la luz del sol les molestaba, lo cual significaba a su vez que llevaban un tiempo sin alimenarse a base de sangre. Debian estar haciendo regimen para pareecer mas delgadas y feroces.
Aquellos eran los vampiros que necesitaban ayuda para desenvolverse en pleno siglo XXI, si bien no habian perdido todavia el tren de los tiempos. Eran los vampiros que aun conservaban su poder, y no pensaban permitir que nadie del internado lo olvidara. Siempre pensaba en ellos de la misma forma.
Eran el "prototipo Medianoche".
Pero cuando terminé mis waffles, bajé y el gran hall estaba lleno de estridentes risas y de alumnos conversando. Por un par de minutos, me sentí pequeña y empecé a merodear, hasta que oí una voz que me llamaba sobre el tumulto conmocionado, “Bianca!”
“Balthazar!” Sonreí y levanté mi mano por sobre mi cabeza, saludándolo entusiasmada. Él era un tipo grande, tan alto y tan musculoso que me podría haber intimidado la manera en que apartaba con “empujoncitos” a la multitud para abrirse camino hacia mí, si no tuviera esa sonrisa amistosa en el rostro.
Me puse de puntillas para abrazarlo firmemente. “Cómo estuvo tu verano?”
“Estuvo bien. Trabajé de artillero durante la noche en el puerto de Baltimore.” Dijo con el mismo entusiasmo de cualquier persona que haya tenido sus vacaciones soñadas en Cancún. “Los chicos y yo hicimos amigos, fuera de los bares en su mayoría. Aprendí cómo jugar al pool. Empecé a fumar otra vez, también.”
“Creo que tus pulmones lo resistirán”. Nos sonreímos abiertamente, sin poder compartir la broma con el resto de los estudiantes humanos que andaban cerca. “Necesitas ayuda para organizar tu papeleo?”
“Ya está hecho y el escritorio de la señora Bethany.” Todos los vampiros tenían que pasar sus vacaciones “ocupados en el mundo humano”, como una asignatura confirmada, y se requerían reportes sobre las experiencias el inicio de todos los años. Era como el endemoniado “¿Qué hice en mis pasadas vacaciones de verano?”
Balthazar echó un vistazo alrededor, “Está Patrice?”
“Todavía está en Escandinavia.” Había recibido una postal de los valles un mes atrás. “Creo que volverá en un año dos, supongo que conoció a algún chico.”
“Que mal” dijo Balthazar. “Esperaba encontrarme con algunas caras conocidas más. Quiero decir, antes de que venga esa persona desde las cuatro en punto…”
“Qué quieres decir?” traté de figurarme dónde estaban las cuatro en punto, pero luego su voz cortó el murmullo de la muchedumbre.
“Balthazar”. Courtney estiró una de sus manos hacia él, como si esperase que se la besara. Él se la sacudió una vez, luego la dejó caer. La brillante sonrisa de ella nunca flaqueó.”Has tenido unas maravillosas vacaciones? Yo estaba en Miami rompiendo las pistas de los clubes. Totalmente fantástico. Alguna vez tendrás que probarlo con alguien que sepa a qué lugares modernos ir.”
“Estoy sorprendida de verte aquí” dije. Sorprendida era una palabra mucho más bonita que molesta. “No pareciste disfrutar mucho el año pasado.”
Se encogió de hombros y dijo “Pensé en irme, pero la primera noche que estuve en Miami me di cuenta que lo que me tenía mal era que estaba usando la anteúltima estación de moda en vestidos. Y mis zapatos estaban como tres años atrasados. Lo artificial está de moda! Obviamente necesitaba un poco de renovación de conocimientos, por lo que creí que debería pasar unos meses más en Medianoche.” Nuevamente sus ojos estaban posados en Balthazar. “Además, siempre disfruto pasar el tiempo con mis viejos amigos.”
Entonces dije “Si quisiéramos aprender sobre moda, no iríamos a un lugar donde todas las personas usan uniforme.”
La boca de Balthazar se torció tratando de contener una sonrisa. Courtney puso sus ojos en blanco, pero su sonrisa se ensanchó aún más cuando se fijó en mis ropas. “Y tú nunca te has interesado en aprender sobre moda, eso está muy claro.” Le dio una palmadita a Balthazar en el hombro. “Bueno, nos vemos luego.” Courtney se volvió y su largo cabello rubio se balanceó en su ritmo.
“Creo que trataré de llevarme mejor con ella este año”, murmuré. “Creo que no cambié tanto como pensaba”.
“No trates de cambiar. Eres hermosa siendo tú misma.”
Yo miré hacia otro lado tímidamente. Parte de mi pensó, Oh, no, tendré que dejar a Balthazar otra vez. La otra parte no pudo disgustarse porque él me haya dicho eso. Estuve tan sola este verano – sin Lucas, sin nadie- y el saber que a alguien de aquí le importaba algo de mí era como si me dieran un abrazo tibio luego de meses de frio.
Antes de que pudiera pensar en algo bueno que responder, el silencio cubrió al murmullo. Nos volvimos instintivamente hasta el podio, donde la señora Bethany se disponía a hablar.
Tenía puedo un delicado traje gris, más del siglo XXI a lo que ella acostumbraba a vestir, aunque resaltaba su severa belleza. El cabello obscuro de la señora Bethany estaba recogido en un elegante rodete, y un par de aretes brillante colgaban de sus orejas. Mientras miraba a los estudiantes, sus ojos oscuros se entornaron, como si fuéramos difícilmente visibles para ella.
“Bienvenidos a Medianoche”. Su voz recorrió al gran hall. Todo el mundo se enderezó. “Algunos de ustedes ya han estado aquí antes. Otros han escuchado sobre la Academia de Medianoche por años, tal vez por sus familias y se habrán preguntado si alguna vez podrían llegar a unirse a esta escuela.”
Era prácticamente el mismo discurso que el del año pasado, pero lo escuché de manera diferente esta vez. Oí las mentiras encubiertas cuidadosamente en sus frases, la manera en que le estaba hablando a los vampiros de la habitación que han estado aquí décadas o siglos.
Como si leyera mis pensamientos, me miró. Su mirada cortó en dos a la muchedumbre hasta llegar a mí. Me tensé, en parte, esperando a que me acusara de haber irrumpido en su casa mientras ella no estaba. Pero hiso algo más sorprendente. Abandonó su podio.
“La Academia de Medianoche significa algo diferente para cada persona que viene aquí,” comenzó la señora Bethany. “Es un lugar de aprendizaje, un lugar de tradición, y para otros este lugar es un santuario.”
Solamente si eres un chupasangres nocturno, pensé. Algo más? Este lugar no era un santuario.
Con una mano, gesticulo alrededor de los alumnos nuevos, y sus larguísimas uñas brillaron rojizas con la luz que se filtraba por las ventanas. Para mi asombro, ella señaló a los alumnos humanos – pero, por supuesto, ellos no entendieron el por qué. “En plan de pasar la mayoría e su tiempo en Medianoche, tienen que aprender qué significa esta escuela para sus compañeros de clase. Ese es el porque yo elegí a los que entre ustedes tienen más experiencia para mantener a los nuevos alumnos con nosotros. Acójanlos entre sus alas. Interésense en sus vidas, sus gustos y sus pasados. Solamente de esa manera, la Academia de Medianoche podrá completar su gran esfuerzo.”
Algunos estudiantes aplaudieron con incertidumbre – los humanos que no sabían a qué se refería. “De acuerdo, eso fue raro”, murmuró Balthazar entre el murmullo. “Si no la conociera mejor, pensaría que la señora Bethany nos está invitando a ser amigables a todos y con todos.”
Asentí. Mi mente estaba trabajando. Por qué quería la señora Bethany que los vampiros se acercaran a los humanos? Si ella no querías que estos fueran heridos – y aún pienso que ella no lo quiere -, qué fue eso del final?
“Las clases comienzan mañana.” La sonrisa superior y familiar había retornado al rostro de la señora Bethany. “Tómense este día para hablar con sus compañeros y conocer a los nuevos estudiantes. Estamos encantados de tenerlos aquí – a todos ustedes- y esperamos que pasen todo su tiempo en Medianoche.”
“Crees que está siendo más compasiva con nosotros?” Balthazar se volvió hacia mí cuando el tumulto comenzó a gritar.
“La señora Bethany?, difícilmente”. Por un momento consideré preguntarle a Balthazar sobre el misterio de la “política de admisión de humanos al colegio”. Él era inteligente, y a pesar de que respetaba a la señora Bethany, no tomó lo que ella dijo como un credo. Además, él había errado por el mundo por más de tres siglos; probablemente tenía mucha experiencia y tomaría mi pregunta de un modo diferente al que lo haría alguien más y me respondería algo verdaderamente interesante. Pero tal vez Balthazar entendería que lo estoy preguntando por mi relación con Lucas, algo de lo que no quería acordarse.
Justo después, Balthazar saludó a alguien – sin decir a quién entre todo ese tumulto, especialmente debido al hecho de que probablemente fuera amigo de todos. “Te veo luego, de acuerdo?”
Le respondí después de que haya comenzado a caminar, “Definitivamente.”
Por un momento me sentí sola sin él. Estaba rodeada de vampiros – vampiros reales, sensuales y poderosos, con siglos de experiencia detrás de su belleza, de sus jóvenes rostros. Yo todavía no era completamente un vampiro, y la distancia entre nosotros no se había achicado mucho durante el año pasado en Medianoche. Todavía me sentía pequeña, inmadura e inconforme.
Razones de más para correr lejos de aquí por las escaleras, decidí. Tendría una nueva compañera de cuarto este año, y no podía esperar para decir hola.
Cuando entré en mi habitación, Raquel me miró. “Bienvenida al infierno.”
Estaba echada a lo largo de su colchón sin funda, con los brazos extendidos. Su gastada bolsa estaba abierta y desparramada por el suelo con sus ropas. Parecía que había sacudido su bolso, porque no podía creer que ella empacara sus cosas de esa manera.
“Es bueno verte, también”. Me senté en el borde de mi cama. “Creí que por lo menos estaría feliz de que seamos compañeras de cuarto este año”
“Créeme, eres la única razón por la que puedo aguantar pensar en estar aquí este año, también. A tus padres les gusta la corrupta señora Bethany o qué? Si les gusta, estaré obligada a agradarles por mucho tiempo.
“No, es sólo por superficie”. Eso era bastante a mentirle. Aunque mis padres no le habían pedido a la señora Bethany ningún favor, tampoco le habían preguntado por qué admitió este año a un número tan grande de humanos – chicos y chicas. Además, ahora a mí también “debía agradarme” la directora. Aunque todavía comía regularmente comida humana, era considerada una vampira (y una de las que debía mantener sus secretos muy secretos, por la alimentación dual); y era mejor que Raquel no supiera esto. Ni ella, ni ninguno de los otros estudiantes humanos.
Por eso pienso que compartir mi cuarto con Raquel fue una buena idea. Si hubiera sido otro ser humano, hubiera costado que se adaptara a mis curiosos hábitos que trataban de mantener en secreto a mis más curiosos otros hábitos.
“Entonces”, dije, tratando de sonar pacífica, “además de mi fascinante compañía, qué te hiso volver este año a Medianoche? Sé que no es eso lo que planeaste”
“No te ofendas, pero tu fascinante compañía no hubiera sido suficiente para traerme de vuelta.” Raquel rodó a un lado del colchón, por lo que pudimos vernos las caras mutuamente. Su oscuro cabello estaba, incluso, más corto que el año pasado; pero por lo menos, esta vez seguro que había ido a un peluquero que lo había hecho lucir bien, hasta un poco punk. “Les dije a mis padres que quería ir a otro lugar. Tal vez vivir con mis abuelos en Houston, ir al colegio allí. No quisieron escuchar. Medianoche es “privado” y “exclusivo”, y eso tendría que ser suficiente para mí, según ellos.”
“Aún sabiendo sobre Erich?”
Raquel contrajo su boca hasta hacer una mueca. “Dijeron que probablemente estaba coqueteando conmigo. Dijeron que yo era tan antisocial con los chicos que tendría que aprender “como hacer que me guste alguien en reciprocidad”.”
La miré horrorizada. Erich no era alguien que hubiera querido gustarle a Raquel porque quería ser su novio. Él había sido un vampiro que había querido atraparla y matarla. Raquel no sabía esto, pero entendió que había sido peligroso tenerlo cerca. Si yo les hubiera dicho a mis padres que alguien me había asustado como Erich la asustó, mi papá me hubiera cuidado hasta que me sintiera a salvo otra vez, y mi mamá probablemente hubiera agarrado un bate de basseball para amenazar a cualquiera que haya asustado a su pequeña niña. En cambio, los padres de Raquel se habían reído de ella y la habían mandado otra vez a el sitio que ella odiaba.
“Lo siento”, dije.
Ella se encogió de hombros. “Debí suponer que no me escucharían. Ellos nunca lo harían. Incluso cuando …”
“Cuando qué?”
Raquel no contestó. Como respuesta se volvió hacia la pared y me dijo, “Entonces, estamos atrapadas por Klimt?
Tenía mi pintura del El Beso de Klimt debajo de mi cama. El Beso era tan importante para mi vida que había olvidado que Raquel nunca lo había visto. “Qué? No te gusta?”
“Bianca, esa pintura es muy cliché! Podés ponerla en un imán de heladera, pero no acá”
“No me importa”. Tal vez es estúpido que te guste algo porque les gusta a todos los demás, pero más estúpido es que no te guste algo porque a nadie más le gusta. “Es hermoso, y es una de mis cosas favoritas, y está en mi parte de la habitación, así que, se queda.”
“Yo puedo pintar mi parte de la habitación de negro”, dijo Raquel en un contraataque.
“Eso no sería malo.” Me imaginé pegar estrellitas en la oscuridad de la habitación, o colgarlas desde el techo, justo como mi habitación cuando era pequeña. “Sería fabuloso para nosotras, pero creo que no lo sería para la señora Bethany, no nos dejará salirnos con la nuestra.”
“Quién dice que no le gustará?” Ha hecho todo lo posible por hacer de esta escuela un lugar escalofriante, por qué, entonces, no pintar todo de negro?”
Tuve una visión de las torres de la escuela en un brillante negro- que era lo único que necesitaba para verse mejor que el castillo de Drácula. “Incluso los baños, incluso las gárgolas. Pero creo que no podremos hacer a Medianoche más terrorífica, pero podemos intentarlo, o no?”
“Eso seguirá siendo mejor que estar en casa”. Los ojos de Raquel brillaron extrañamente cuando dijo esto – y me pareció que su espíritu era mucho más anciano que todos los vampiros que rondaban por aquí.
Quise preguntarle más acerca de lo que había pasado con sus padres, pero no supe cómo. Cuando estaba tratando de encontrar las palabras adecuadas, Raquel dijo bruscamente, “Vamos, ayúdame con ésta cosa.”
“Qué cosa?”
“Mi equipaje.”
“Oh”, dije, asintiendo mientras nuestros pies y cabezas se perfilaban hacia donde estaban sus cajas y bolsos. “Las cosas.”
Luego de que terminamos de hacer su cama y ordenar sus pocas cosas, Raquel quiso dormir una siesta. Sus padres no eran ricos, como la mayoría de las familias de los humanos de Medianoche; asique ella no había sido conducida hasta aquí por un lujoso Sedán, ella había tenido que tomar un autobús desde Boston, hacer algunas transferencias, y luego esperar por un taxi que la trajera hasta aquí. Estaba completamente cansada y cayó en un profundo sueño antes de que yo terminara de atarme los cordones para ir afuera.
Raquel está aquí en plan de estudios, creo. Eso significa que la señora Bethany debe estar pagando su estancia aquí, pero… Por qué haría algo así?
Todos los estudiantes humanos están aquí por alguna razón, pero Raquel probó que su razón no era el dinero. Pero, entonces, qué era? Era Raquel más importante que el resto?
Más preguntas sin una respuesta.
Me adentré en los jardines para ver cuánto había cambiado Medianoche, ahora que otros estudiantes estaban aquí. Los humanos estaban hablando entusiasmadamente, haciendo nuevos amigos, mientras los vampiros los miraban, relajados y condescendientemente.
Mi estómago se revolvió. Casi era la hora del almuerzo. Esperé ser la única vampiro que pensaba en comida mientras miraba a aquellos humanos, pero, probablemente, no lo era.
“Yo, Bianca!”
Nunca en la vida alguien me ha llamado “Biancs” antes, pero supe quién lo había dicho incluso antes de terminar de voltear. “Vic!”
Vic estaba mirándome en medio de los jardines, con una gran sonrisa en el rostro. Y, como usualmente hacía, había reajustado el uniforme de Medianoche; a pesar de que los colores eran los mismos, su corbata estaba decorada con una chica hula pintada, y su adorada gorra de Phillies estaba en su cabeza. Corrimos a los brazos del otro riendo, y me levantó tato que mis pies perdieron el contacto con el suelo.
Para cuando me dejó en el piso, yo estaba mareada, pero seguía sonriendo. “Tuviste un buen verano? Recibí tus postales de Buenos aires (ahh!!! Mi provincia de Argentina!!!),pero luego no oí más de ti”
“Después de toda la diversión del mar, me tuve que poner a trabajar. Woodson Enterprise tiene trabajos de verano y papá estaba solo. Ya sabes, hay que aprender el oficio familiar. Pero, cuando eres un interno? No aprendes sobre lazos, aprendes sobre cómo quiere la gente sus cafés! Me pasé el resto del verano tratando de recordar quién quería un Chocolate caliente. Seriamente lamentable. Estuviste aquí la mayor parte del tiempo?”
“Pasamos el cuatro de Julio en D.C. Mostly, mi madre nos llevó a pasear por los monumentos y esas cosas. Pero el Museo de Historia fue muy lindo- tenían algunos meteoritos que se podían tocar…”
La mano de Vic se dirigió a un dobladillo de mi pollera. Traté de no llamar la atención por lo que había visto. Mi corazón empezó a latir más fuerte.
“Bueno, fue divertido. Por lo menos estuve lejos de este lugar una semana del verano, porque por más aburrido que sea durante el año, es mucho peor en las vacaciones, y aún más cuando estás prácticamente sola.” Yo estaba balbuceando, sin prestar atención a lo que decía. Algunas veces bajaba a Riverton en los fines de semana, y estuve bien… emm… si…”
“Hablaremos más tarde”, obviamente, Vic se había dado cuenta de que yo no podía pensar en nada más que no fuera el papelito que había puesto en mi dobladillo. “Nos encontramos luego de comer? Puedes conocer a mi nuevo compañero de cuarto. Parece cool.”
“Si, de acuerdo.” Le prestaba tanta atención que, si me hubiera preguntado si quería que me cortaran la cabeza, le hubiera dicho que sí. La adrenalina fluía en mi cuerpo y me tensaba. “Nos vemos aquí?”
“Está bien”.
Sin otra palabra, corrí lejos de él, derecho hacia el pasillo con columnas de hierro del jardín. Afortunadamente, no había nadie ahí, lo que significaba que lo tenía todo para mí.
Subí los escaloncitos y me senté en otro. Revolví el dobladillo de mi pollera y encontré un pequeño papelito que tenía escrita una sola palabra. Estaba dirigida a mí.
Por un segundo, no pude abrirlo. Sólo pude contemplar aquella letra que conocía tan bien. La carta había sido enviada a través de Vic hacia mí, por el compañero de cuarto de Vic del año anterior.
Lucas.
Capítulo 3
Bianca,
Sé que ha pasado mucho tiempo. Espero que no hayas estado revisando tu correo electrónico todo este tiempo esperando saber de mí; mi cuenta de Medianoche fue jaqueada, obviamente, y monitorean nuestra computadora central de la Cruz Negra.
Pero no parece que haya pasado tanto tiempo desde la última vez que hablamos. A veces siento que estoy hablando contigo todo el tiempo, cada segundo, y tengo que recordarme que tu no tas aquí para oírme, sin importar cuánto desee que lo estés.
No hay mucho sobre el verano a decir verdad. Fuimos a México por un par de meses, pero no hubo vóley en la playa o Coronas por una larga cacería. De hecho, la mitad del tiempo la pasé durmiendo en la parte trasera de la camioneta. Juro por Dios que todavía puedo sentir las lomas de metal contra mi espalda. No fue divertido.
Lucas no explicó por qué estaba en México, o quiénes eran los que habían ido con él. No lo hizo porque no era necesario; yo ya lo sabía. La Cruz Negra había viajado allí en una caza de vampiros. La mayoría del tiempo, hacía un buen trabajo olvidando que el hombre al que amaba era un miembro de la Cruz Negra. Pero todavía pensaba que esa era la razón que separaba al mundo en dos mitades: la de él y la mía.
La madre de Lucas se convirtió en miembro de la Cruz Negra antes de que él naciera, por lo que fue unido al grupo – la única familia que había conocido. Le habían enseñado desde niño que los vampiros eran malos, y que matarlos era lo correcto.
Pero Lucas había aprendido que las cosas no eran así de simples. Aunque él se había enamorado de mí antes de saber que yo era hija de vampiros o de que algún día sería una de ellos, la verdad no había cambiado sus sentimientos. Nada me había sorprendido o conmovido tanto hasta el momento en que Lucas dijo que todavía me quería con él, que todavía me creía. Incluso después de que bebiera su sangre.
Si estás leyendo esto, significa que os vampiros no están hurgando entre las cosas de Vic. Obviamente, Vic no sabe que es lo que realmente pasa en Medianoche o que está tratando con vampiros. Eso significa que no es correcto ponerlo en peligro con algunas pequeñas notas de vez en cuando –de las cuales nos podríamos deshacer. Pero eso no es lo que quiero yo ni lo que quieres tú.
Oh, no! Me paré de repente, sujetando con tanta fuerza los papeles entre las manos, que se arrugaron todos. Lucas quería decir que era demasiado arriesgado para nosotros estar cerca? Que no nos podríamos volver a ver el uno al otro nunca más?
Si fuera un hombre mejor y más fuerte, debería alejarme de ti. Sé que te estoy pidiendo que estés en contra de tus padres, y con la señora Bethany siguiendo tus pasos, incluso que estés leyendo esta pequeña nota te pone en peligro. Debería ser fuerte y dejarte.
Pero no puedo, Bianca. He estado tratando de hacerlo durante semanas, y simplemente no puedo. Tengo que verte de alguna manera. Pronto, espero, porque no creo que pueda soportarlo durante mucho tiempo más.
Estaremos volviendo a Massachusetts pronto – no muy lejos de Riverton. Parece que algunos de nosotros vamos a estar vigilando alrededor de Amherst por el fin de Septiembre. No sé cuanto estaremos allí, pero creo que no será mucho.
Hay alguna manera de que puedas ir hasta Amherst la primera semana de Octubre? Si es así, nos encontraremos a la medianoche en la estación de Amherst – la noche del viernes o del sábado. Esperaré las dos noches si es necesario.
Creo que estaré fuera de base allí. Hace mucho tiempo desde que no nos vemos o hablamos; asique es posible que tu ya no sientas lo mismo por mí. Seguramente tus padres han trabajado en ti el concepto de la mala influencia que la Cruz Negra y yo representamos para ti; pero no puedo culparte. Además, una chica tan bonita no podría estar sola tanto tiempo … Tal vez estés con alguien más ahora, como ese chico Balthazar.
Recordando el sutil flirteo de Balthazar esta mañana - y mi actitud con él, me sentí responsable – me sentí muy mal de repente; ya que Lucas había estado peor de lo que yo había admitido.
[i]Si así es como las cosas son ahora, no puedo decir que estoy feliz por ti, porque “feliz” no es como me sentiría. A pesar de todo, lo entiendo. Te lo juro, sólo escríbeme en Amherst para que sepa…
Pero yo me siento de la misma manera que antes. Todavía te amo, Bianca. Pienso en ti y te amo más de lo que lo hice cuando nos dijimos adiós, y nunca podría haber imaginado que eso era posible. Si hay alguna oportunidad de que todavía sientas lo mismo, también, tengo que luchar.
De acuerdo, leyendo esta carta siento que no he dicho nada de lo que quería decir. No soy muy bueno con las letras. Creo que ya te has dado cuento, no? Si vienes a Amherst, te juro que encontraré las palabras adecuadas para decir. O tal vez no necesite palabras totalmente.[/i]
Te amo.
Lucas.
Pestañé rápidamente para aclarar mis ojos llorosos. La carta se sacudió entre mis temblorosos dedos, y mi corazón se sintió como un tabor debajo de mi piel. En ese momento podría haber salido corriendo hacia Amherst, a través de la ruta y de las villas, y haber llegado en minutos –no, en segundos- si solamente supiera cómo; tal vez podría acallar mis ojos y desear estar allí. Lo quise desesperadamente. A pesar de todo, el vínculo entre nosotros dos era muy frágil, solo estábamos conectados a través de papelitos contrabandeados y la promesa de vernos. Era todo lo que podíamos tener, porque probablemente Lucas estaba en lo cierto acerca del monitoreo de nuestros correos electrónicos.
Para su total tranquilidad, la señora Bethany era una experta en todo tipo de tecnologías que le permitieran mantener el control total sobre la escuela. Sin duda el señor Yee los había jaqueado y la directora podía leer todas las cuentas de e-mails del colegio.
Ahora, estar conectado por el mail sonaba como algo imposible ahora que tenía la carta de Lucas en mis manos. Él había apretujado las páginas dentro de una estampa de bienvenida, y una muy inusual – sin mensajes escritos y con una foto de la constelación de Andrómeda. Lucas debió comprar algo como esto en un museo o un planetario. El recordaba como yo amaba las estrellas.
Reírme en el suelo me hiso ver y sentir mejor. Courtney y algunos de sus amigos paseaban juntos al borde del césped, riéndose como si fueran estudiantes humanos. Seguramente ese era su punto.
El último año había estado tan intimidada por su presencia. Ahora parecía tan insignificante como un zumbido volador en un picnic.
De todas maneras, su presencia me recordó que la mayoría de los vampiros de Medianoche sabían sobre la Cruz Negra y sobre Lucas. La carta que tenía en mis manos era la evidencia de que estaca comunicándome “con el enemigo”. Tendría que destruirle. Y pronto.
Por lo menos Lucas había elegido una imagen que podría ver siempre que quisiera por mi misma, una que nadie podía alejar.
“Esta es Andrómeda”, le dije a Raquel apuntando al cielo.
Estábamos tendidas en los jardines luego de cenar – nuestra cena regular. Hacíamos unos sándwiches de atún en nuestro dormitorio y luego de que Raquel se durmiera, yo tenía que encontrar el modo de poder beber unos sorbos de la sangre que tenía en termos en mi cabina de ropa.
Día uno y mi tiempo de alimentación ya estaba complicada, tendría que hacer algo.
“Andrómeda?” dijo Raquel forzando la vista hacia arriba. Tenía el mismo descolorado sweater negro que había usado el año pasado. “Esa es de la Mitología Griega, verdad? Recuerdo el nombre, pero nada más acerca de ella.”
“Víctima del sacrificio, Perseo al rescate, la cabeza de Medusa, bla, bla.” Vic se acercaba con sus manos en los bolsillos. “Hey, ustedes conocen a mi compañero de habitación?”
Mis ojos se desorbitaron cuando me giré para ver a la figura al lado de Vic. “Ranulf?”
Ranulf agitó su mano en un gesto tímido. Su sofisticado cabello castaño todavía tenía ese corte de tazón que llevaba el año anterior – y, probablemente, desde miles de años antes que eso. Modernidad era un concepto olvidado y desconocido para él; cada clase era un reto para su comprensión, y no llegaba a absorber nada de esas simples clases. Y Ranulf era el hombre vampiro escogido para compartir su habitación con un humano? En qué podría haber estado pensando la señora Bethany?
“Hey, Ranulf.” Raquel no se paró para ofrecer su mano para saludar, pero para ser ella, incluso el hablar con un extraño era un inicio bastante amistoso. “Recuerdo haberte visto alrededor el año pasado. Te ves ben; no como Courtney y su despreciable patrulla”
Claramente Ranulf no sabía cómo reaccionar a eso. Luego de un momento de vacilación, él simplemente asintió. Por lo menos había aprendido a fingir.
“Mirando las estrellas, eh? Vic se desplomó detrás de nosotras sobre la hierba, con su usual irregular sonrisa. “Había olvidado que estaban en esto.”
“Si alguna vez hubieras visto mi telescopio nunca lo hubieras olvidado”
“Grande?”
“Enorme” dije con gusto. Mi telescopio era una de mis más preciadas posesiones- “Como si una especie de arrastre nos trajera aquí este noche. El cielo está increíblemente limpio.”
Vic levantó un dedo hacia el cielo y trazó un pequeño garabato “Y esa es Andrómeda, cierto?” Asentí. “La ves Ranulf?”
“Formas en el cielo?” Aventuró Ranulf sentándose tímidamente con nosotros.
“Si, las constelaciones. Necesitas que te las señalemos?”
“Cuando miro el cuelo, no veo formas” dijo pacientemente Ranulf, “veo espíritus de los que murieron antes que nosotros, mirándonos todo el tiempo”
Me tensé esperando que los demás hagan preguntas que Ranulf nunca podría responder.
Raquel simplemente puso sus ojos en blanco, y Vic asintió despacio como si lo procesara “Eso fue profundo, chico”
Ranulf tuvo que pensar una respuesta apropiada “Tú también eres “profundo”, Vic”
“Gracias, chico” Vic palmeó el hombro de Ranulf.
Luchando contra las risas, rodé mis ojos nuevamente hacia las estrellas. La señora Bethany no había elegido a Ranulf para compartir un cuarto con un humano, había elegido a Vic para vivir con un vampiro. Aparentemente ella había supuesto que Vic no se alarmaría con los hábitos de sus compañeros de cuarto.
Una vez más ella había probado lo intuitiva que era – y lo bien que nos entendía a todos, incluso a Vic. En ese momento me puso feliz el hecho de haber destruido la carta de Lucas y la postal. Quería conservarlas por siempre, pero era demasiado arriesgado. Mientras tanto, todavía miraba las estrellas.
Tracé la forma de Andrómeda una y otra vez en el cielo nocturno. Octubre parecía estar a miles de años lejos; nunca podría estar lo suficientemente cerca.
Obsesionadamente visto por
Bella4ever
1 gritos nocturnos:
Donde podria encontrar el capitulo 4
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